La
convivencia de muchas horas laborales puede generar situaciones de tensión o de
estrés que logran originar contrariedades entre compañeros de trabajo, directivos
y subordinados, no solo perturbando a los trabajadores si no el ambiente laboral incluso a la productividad.
Las
empresas pueden optar por ver el problema a manera negativa, y proceder para suprimirlo
una vez que se detecte o a modo positivo, aprovechándolo para obtener cambios
que los favorezcan.